El Palacio Real de Madrid es la residencia oficial de El Rey de España, no obstante solamente se usa para actos y ceremonias oficiales, y el actual monarca español don Juan Carlos I no habita en el.
En la localización del Palacio antes se erigía un edificación musulmana defensiva, y más tarde se construyó el antiguo Alcázar. En 1734 un incendio asoló la construcción y Felipe V mandó construir el palacio con materiales que no pudieran arder, de este modo se construyó tan solo con piedra y ladrillo. Las obras terminaron finalmente en 1755 y fue el monarca Carlos III el primero en fijar su residencia aquí. Y el último en habitarlo fue Alfonso XIII de España.
En la actualidad el Palacio es uno de los principales puntos de atracción turística de la ciudad. La apariencia externa es majestuosa y llama la atención tanto la grandiosidad como la blancura del edificio, es interesante verlo en un día soleado que es cuando más resplandece. La grandiosidad que muestra no es una mera ilusión, no en vano es el mayor palacio de toda Europa occidental ocupando una extensión de 135.000 m².
La planta del edificio es casi cuadrada, con fachadas de hasta 150 m, con un único patio central de grandes dimensiones, y en las esquinas cuatro salientes que emulan los antiguos torreones del alcázar anterior. En estos salientes se colocaron las estatuas de reyes españoles desde los visigodos hasta los de emperadores incas y aztecas, de los cuales, los monarcas españoles se consideraban herederos. A lo largo de sus 50.000 metros cuadrados, encontramos 870 ventanas, 240 balcones y 44 escaleras. Es el mayor palacio de Europa Occidental.
La visita al Palacio Real.
La Escalera principal. Tiene 72 peldaños de una sola pieza, diseñados para permitir movimientos solemnes con paso de marcha. La bóveda está decorada con molduras y adornos de estuco del pintor italiano Cerrado Giaquinto.
Salón de Columnas. Se utilizó en un principio para la celebración de bailes y banquete, posteriormente fue el velatorio de Reina María de las Mercedes, por lo que se construyó un nuevo salón de baile.
Salón de Gasparini. Era el lugar donde se vestía el Rey en presencia de la Corte. La decoración es de estilo rococó. Es uno de los mayores salones del palacio, contando con aproximadamente unos 150 m².
Saleta de Porcelana. Esta sala esta completamente recubierta de porcelana, tanto las paredes como el techo. Las distintas piezas de porcelana están ensambladas de tal modo que se disimulan entre telas y adornos las juntas de estas. Hay porcelanas de todas épocas, estilos y procedencias siendo las más valiosas los restos de la vajilla de bodas de los reyes Carlos III de España y María Amalia de Sajonia.
Comedor de Gala. Ocupa 400 m² de superficie. Se usó como salón de baile y nuevo comedor. Las paredes están decoradas por tapices de Bruselas y porcelana China así como piezas de la villa francesa de Sèvres. Las pinturas que lo decoran son de Mengs y de sus discípulos González Velázquez y Francisco Bayeu
Salón de Espejos. Se utilizaba como tocador de la Reina Maria Luisa de Parma esposa de Carlos IV de un estilo neoclásico. Las paredes se encuentras decoradas con grandes espejos que le dan nombre, estos están decorados en oro y azul.
Salón del Trono. La decoración del Salón del Trono se conserva intacta desde el reinado de Carlos III. La bóveda fue pintado al fresco por Tiepolo, que la terminó en 1766. El mobiliario de talla dorada y el bordado de la colgadura de terciopelo fueron realizados en Nápoles, donde Carlos III había reinado. Los espejos, enormes para la época, son de la Real Fábrica de La Granja, y las arañas de cristal de roca fueron adquiridas en 1780 en Venecia. Velázquez trajo en 1650, desde Roma, los leones de bronce dorado que flanquean el dosel del trono.
Real Farmacia. Durante el reinado de Felipe II cuando la Real Farmacia se convirtió en un apéndice de la Casa Real con la orden de abastecerla de medicamentos función con la que continua. La Real Farmacia que existe en la actualidad fue fundada como Museo de Farmacia en 1964. Las salas de destilaciones y las dos salas adyacentes a la farmacia fueron reconstruidas tal y como eran durante los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII. Los frascos son anteriores y están formados por frescos realizados en las fábricas de la Granja de San Ildefonso y de Porcelana del Buen Retiro, pero también existen enseres fabricados en loza de Talavera en el siglo XVII.
Real Armeria. Está situada a la izquierda del patio de Armas. Considerada junto a la imperial de Viena como una de las dos mejores del mundo está formada por piezas que van desde el siglo XV en adelante, son de destacar las piezas de torneo realizadas para Carlos V de España y Felipe II de España por los principales maestros armeros de Milán y Augsburgo. Entre las piezas más llamativas sobresale la armadura y aperos completos que el emperador Carlos V de España empleó en la Batalla de Mühlberg, y con los cuales fue retratado por Tiziano en el famoso retrato ecuestre del Museo del Prado. Desgraciadamente una parte de la armería se perdió durante la Guerra de la Independencia y durante la Guerra Civil Española.
El Palacio cuenta con dos importantes zonas de Jardines en su fachada noroeste , los Jardines de Sabatini y los Jardines del Campo del Moro.
Los jardines, la armería y la farmacia real son de acceso libre.
El Palacio cuenta con importantes colecciones de tapices, relojes, pintura y escultura.
La pintura que se conserva en el Palacio son los restos de la gran colección real puesto que la mayor parte pasó a formar parte del Museo del Prado en el siglo XIX. Se cuenta que Fernando VII decretó la fundación del Prado para deshacerse de tantos cuadros, pues prefería decorar el palacio con papeles pintados y candeleros, a la moda francesa.
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