Tiene su origen en la antigua Judería sevillana.
Cuando el
Rey Fernando III de Castilla conquista la ciudad, se concentró en Sevilla la
más importante comunidad judía de España, segunda tras la de Toledo. Este
barrio judío ocupaba lo que hoy son los barrios de Santa Cruz y de San
Bartolomé. A pesar de la expulsión de los judíos en 1483, en estos dos barrios
se mantuvo alguna población judía y musulmana.
A finales del siglo XIX, Santa Cruz era un barrio cerrado,
estrecho y foco de enfermedades, al que se le buscaba en vano alguna solución.
Las ideas de José Laguillo y Juan Talavera Heredia, unidas al
"renacer" de la ciudad con la preparación de la Exposición
Iberoamericana de 1929 alcanzaron a reurbanizar el barrio, siendo su estado
actual el fruto de esas iniciativas.
Es un laberinto formado por estrechas calles y callejones
para librarse del abrasador sol del verano sevillano, creando corrientes de
aire fresco, que terminan en plazas que parecen alejadas del centro de la ciudad.
Entre ellas sus PLAZAS,
la Plaza de los Venerables llena de tascas y
terrazas, toma su nombre del antiguo Hospital de los Venerables Sacerdotes
donde, según la leyenda, pudo haber estado la Hostería del Laurel, donde se
inicia el drama de Don Juan Tenorio,
la Plaza de
Santa Cruz, que tiene en el centro una cruz de cerrajería del siglo XVII,
construida sobre la antigua parroquia mudéjar de Santa Cruz;
la Plaza de las
Cruces, pequeña y con tres columnas terminadas en cruces;
la Plaza de Doña
Elvira, elegante con sus azulejos y naranjos y una fuente y arriates con
asientos de ladrillos y azulejos, abierta en el solar de un antiguo Corral de
Comedias; en esta plaza se rumorea que nació el amor imposible de Don Juan
Tenorio, la mítica Doña Inés de Ulloa, al menos eso es lo que dice uno de los
azulejos que existen en la plaza;
Plaza Refinadores existe una gallarda
escultura del mítico conquistador de mujeres;
Plaza de Alfaro;
Plaza de
la Alianza, antes conocida como Plaza del Pozo Seco,
Por el
callejón del Agua, paralelo a las murallas, se traía el agua hacia
los Reales Alcázares, donde se recuerda al escritor Washington Irving en una
placa hecha por Mariano Benlliure.
En la calle de las Cruces se conservan dos cruces de madera
empotradas en una pared;
En la calle de Santa Teresa se encuentra la Casa Museo
de Murillo y un convento de Carmelitas que data del siglo XVII fundado por la
Santa Teresa de Jesús;
la calle de Lope de Rueda tiene varias mansiones.
Otras calles son
la calle de la Gloria,
la calle Mezquita,
la calle Vida,
la calle Pimienta,
la calle Justino de Neve,
la calle Jamerdana
y la calle Susona, antes llamada de la Muerte.
Y una de las más famosas, la
calle Mateos Gago, desde donde se puede contemplar una de las mejores vistas de
la Giralda.
En cualquier plaza o calle se pueden encontrar las típicas casas con patio, que
conservan en su Carmen, patio, todo el encanto del barrio, repleto de plantas
y flores.
Sus monumentos son,
La Iglesia de Santa Cruz del siglo XVII.
El Hospital de los Venerables.
El Convento de San
José, llamado de "las Teresas", y la que fue casa de Murillo.
Junto al barrio se encuentra la Iglesia de Santa María la
Blanca del siglo XIV levantada sobre una antigua sinagoga, con decoración de
yeserías barroca, con obras de Murillo y Luis de Vargas.
Limita el barrio de Santa Cruz con los Reales Alcázares.
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